miércoles, 13 de mayo de 2015

Democracia y PP de Maroto no se llevan bien

Lo reconozco e imploro: quiero que Javier Maroto deje de ser el alcalde de Vitoria-Gasteiz tras las elecciones del 24 de mayo. Hay una cantidad enorme de motivos y argumentos por los que pienso esto, que no voy a pasar a enumerar aquí. De lo que sí voy a hablar es de cómo el Partido Popular de Maroto utiliza, sin ningún pudor ni ética, las herramientas que ofrecen los sistemas democráticos no para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, sino para perpetuarse en el gobierno de las instituciones.

Las épocas de elecciones son periodos que culminan con el día de las votaciones, cuando la ciudadanía elige las personas que le van a representar durante cuatro años. Es lo que muchos llaman "fiesta de la democracia". Dejando ahora a un lado que una democracia es, o al menos debería ser, algo más que depositar una papeleta en una urna cada cuatro años, centrémonos en la acción de elegir una papeleta.